sábado, noviembre 23

3er Ciclo de Cine Chileno Contemporáneo en Buenos Aires

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Desde el 28 de noviembre al 1 de diciembre las nuevas salas del Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551, subsuelo), recibirán a ocho films y varios invitados provenientes del país vecino. Con la exhibición de recomendables films como "Joven y Alocada", de Marialy Rivas y "Soy Mucho Mejor Que Vos", de Che Sandoval, el ciclo propone una recorrida por la producción chilena más reciente.

Entre otras películas se podrán ver  "Il Futuro", tercer largometraje de  Alicia Scherson ("Play", "Turistas"), adaptación de "Una novelita lumpen”" del escritor Roberto Bolaño y El Tío (estreno en Argentina), ópera prima de Mateo Irribaren (guionista de "Tony Manero" y "Post Mortem").

El ciclo contará con la presencia de varios invitados que estarán presentes en las proyecciones: la actriz Blanca Lewin ("Bombal"); el actor Alejandro Goic ("Carne de perro", "Joven y alocada", "Bombal"); Marialy Rivas directora de "Joven y Alocada"; Mateo Irribaren e Ignacio Santa Cruz  director y actor de "El Tío"; y Che Sandoval y Sebastián Brahm, director y actor de "Soy Mucho Mejor Que Vos".

Las entradas salen $20 ($12 para jubilados y estudiantes) y estarán a la venta en el C.C. San Martín y en www.tuentrada.com.

Programación:

Jueves 28/11
17:00HS: IL FUTURO (de Alicia Scherson) 94'
19:45HS: JOVEN Y ALOCADA (de Marialy Rivas) 92'

Viernes 29/11
17:00HS: BONSAI (de Cristián Jiménez) 102'
19:45HS: EL TÍO (de Mateo Irribaren) 107'

Sábado 30/11
17:00HS: LOCACIONES, BUSCANDO A RUSTY JAMES (de Alberto Fuguet) 91'
19:45HS: CARNE DE PERRO (de Fernando Guzzoni) 81'

Domingo 01/12
17:00HS: BOMBAL (de Marcelo Ferrari) 85'
19:45HS: SOY MUCHO MEJOR QUE VOS (de Che Sandoval) 85'


+ info: https://www.facebook.com/CineChilenoEnBsAs


lunes, noviembre 18

La otra vida de Lloyd Cole y las tortugas.

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Cuando llegué al pueblo le pregunté a un pibe flaco y con un peinado algo extraño dónde podía encontrar la casa de gran hermano. De verdad. Era una monja que daba alojamiento barato. Me dijo que no sabía pero nos pusimos a charlar. Estábamos parados en medio de la calle justo en la esquina enfrente de la plaza. Así estuvimos un buen rato hasta que una camioneta roja nos tocó tímidamente la bocina. Era la clase de lugar dónde todo el mundo pensaba; ¨deben estar hablando algo importante, no los vamos a molestar e interrumpir la conversación; qué nos apura¨. Me dijo dónde estaba el camping y me empezó a contar que en el río, unos 5 km a la salida del pueblo, había unas piletas naturales donde uno podía zambullirse de cabeza y nadar a gusto. Incluso había unas tortugas. A medida que hablaba sentí el splash y me sentí yo mismo zambullirme y me sentí el nene del disco de Nirvana. Creo que ahí sentí el bocinazo de la camioneta roja. Hacía una semana que no me bañaba y venía de recorrer unos caminos tan hermosos y alejados como polvorientos por zonas donde hacía 8 meses que no llovía y había ríos secos que se habían convertido en arenales . El desierto te hace comprender la experiencia del bautismo por el agua. Quedamos encontrarnos más tarde para tomar una cerveza. Era la noche perfecta; serena y clara. Esas noches que te hacen pensar en que está todo bien. Esas noches que te hacen pensar que todas las decisiones tomadas alguna vez; incluso las más dudosas fueron acertadas porque te trajeron hasta aquí; a un lugar, una plaza, donde está todo en su lugar y no existe el mal. ¨La verdad es que la extraño¨ me dijo después de un rato largo de hablar sobre bueyes perdidos. Yo también la extraño le dije. Las extraño a todas. Empezando por Mayra, mi novia legendaria (cf, Pulp, Separations). Y de ahí para adelante todas. Gabriela, Betina, Carolina, Karin, Silvana (primera y segunda época); Lorena (ver a Lorena caminar te hacía creer en la existencia de la levitación); Sarah; Cecilia; Ellen Page; la peruana; a una chica de Halifax que vi una sola vez en Montreal (platonic) a Tina (destiempo); Ruth Infarinato. Extraño incluso a alguna con sentimientos encontrados como los vientos cruzados de Neuquén. (Esto no puedo haberle dicho porque estaba en Córdoba y faltaba para Neuquén). A Cecilia incluso la rescaté del olvido total. Me enamoré en lo que duró una caminata entre Puan y Primera Junta saliendo de un teórico de Filosofía Antigua. Era la más aguda de todas y la dejé ir porque me dio miedo. La peruana era una pelirroja muy sofisticada que conocí en el Bolsón. Con unos ojos que encandilaban me dijo ¨Sin duda el mejor disco del año es el de Explosions in the sky¨. Perdí su mail, su teléfono y olvidé el nombre. La fui a buscar a Ezeiza pero tampoco sabía el vuelo en que se iba a Lima. Las extraño a todas le dije. A veces en orden cronológico; a veces random. En mi otra vida estoy felizmente casado. Dijo Lloyd Cole. Es algo con lo que vas a tener que convivir le dije yo a su vez. Demasiado espacio entre un pensamiento y otro y por ahí se cuelan los fantasmas. Quedamos para el día siguiente para ir a las piletas y nadar con las tortugas. El camping estaba casi al final de pueblo en una especie de bosquecito. Juan, el dueño, me aconsejó que pusiera la carpa debajo de una mora que caía como un sauce. ¨Es única, nunca vi otra mora como esa¨ me dijo. El comentario me pareció de una cortesía absoluta. Como si el lugar me hubiera estado esperando. Juan es un joven de casi 80 años que fue sastre en la calle Florida, vivió en muchos países y se casó con la hermana menor de su esposa cuando enviudó. ¨Era lo más práctico¨ me dijo. Me cortó el pelo bajo otro árbol mientras su gato me robó un salamín que tenía para el camino. Dj malhumor (aka Santiago Bardotti).

domingo, noviembre 17

Presentación de La mirada cinéfila, de Daniela Kozak

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Entre las múltiples actividades que acompañan a las proyecciones de películas en el Festival de Cine de Mar del Plata, este año sobresale la presentación del libro "La mirada cinéfila. La modernización de la crítica en la revista Tiempo de Cine". Esta publicación escrita por Daniela Kozak, una periodista apasionada por la historia del cine -y amiga de los Encerrados-, rescata a un ícono cinéfilo nacional de los años 60.

La presentación será el lunes 18 de noviembre a las 12 hs. en el punto de encuentro del festival junto con Fernando Martín Peña, Paula Félix-Didier y Alejandro Sammaritano.
A modo de adelanto compartimos el prólogo del libro escrito por David Oubiña:

"La mirada cinéfila propone un recorrido por Tiempo de Cine, la revista editada por el Cine Club Núcleo entre 1960 y 1968, en la que escribían, entre otros, Salvador Sammaritano, Víctor Iturralde, José Agustín Mahieu, Mabel Itzcovich, Edgardo Cozarinsky, Homero Alsina Thevenet, Jorge Miguel Couselo, Enrique Raab, Horacio Verbitsky, Alberto Ciria, Ernesto Schoo y Tomás Eloy Martínez. En la huella de publicaciones como Cinema Nuovo y Cahiers du Cinéma, la revista de Núcleo marcó un verdadero hito en la historia de la crítica de cine en Argentina: apareció en un momento en que la crítica cinematográfica no tenía el mismo estatus que la crítica literaria o teatral, y en sus páginas se vislumbra cómo empieza a asomar un nuevo modelo de crítico profesional, especialista en su tema, capaz de analizar y escribir sobre cine a partir de un conocimiento específico y una formación cinéfila.

Daniela Kozak analiza el lugar de Tiempo de Cine en el proceso de profesionalización de la crítica en Argentina, considerando tanto la influencia internacional como los procesos de modernización local. El libro reconstruye la historia de la revista, revisa sus principales secciones y ejes temáticos y propone una lectura propia sobre el rol que cumplió en el campo cinematográfico de la época. Tiempo de Cine se propuso aglutinar a los sectores renovadores del cine y, al hacerlo, trascendió la función de analizar y criticar películas para construir en sus páginas una suerte de programa generacional.

La mirada cinéfila captura ese momento ejemplar cuyas huellas podrán rastrearse, más tarde, en el surgimiento del nuevo cine y la nueva crítica de los años 90. En este sentido, el libro de Kozak resulta una contribución notable porque proporciona no sólo el retrato de un momento histórico sino que sienta las bases para descifrar el paisaje de nuestro cine más contemporáneo."

Imperdibles del 28° Festival de Cine de Mar del Plata

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Texto de Pablo Conde extraído de la Guía Encerrados Afuera Para Pasarla Bomba en el Festival de Mar del Plata 2013.

- R100, de Hitoshi Matsumoto: El delirio extremo, desbocado, salvaje, puede ser llamado de acá en adelante R100. No hay nada que se compare a este desafío extremo de Matsumoto. Sin ponerse gráfica, la aventura de un hombre con su mujer en coma y un pequeño niño a su cuidado, pasa de ser un ascético melodrama a una comedia inesperada. El hombre contrata un servicio de dominatrices para que lo castiguen de manera azarosa, en pos de la búsqueda del placer desde la humillación. Todo se desmadra a niveles épicos. Conviene no saber más. Y conviene no perdérsela. Difícilmente haya algo más libre que esta película ahí afuera. Y después se puede discutir la diferencia entre libertad y libertinaje…

- Why Don't You Play in Hell?, de Sono Sion: Se podría aseverar que este es el año en que el delirio vino de Oriente, en especial con la trilogía conformada por Sion, Matsumoto y Ki-duk. Aquí, unos entusiastas jóvenes cineastas se mezclan con dos bandos de yakuzas, inmiscuyéndose en una batalla a muerte que será registrada para la inmortalidad por un equipo técnico de frikis de cuidado. Imperdible, muy imperdible.

- Moebius, de Kim Ki-duk: Ecléctico, como mínimo, el cine de Kim Ki-duk es difícil de encasillar más allá de sí mismo, toda una categoría. Aquí, una familia bastante poco normal se deja llevar por sus más bajos instintos, comenzando por la venganza de una mujer traicionada que comenzará por una mutilación. De allí en adelante, nada es predecible. Locura total, no recomendable para impresionables. Mantequitas…

- Everyone's Going to Die, de Jones: Una de las tapadas del festival que hubiese brillado en la competencia internacional. Dos personajes a la deriva cruzarán sus vidas en un fin de semana en el que la nostalgia de lo no vivido lo tiñe todo. Inteligente, sagaz, reflexiva, un estudio de personajes que brilla por doquier.

La tumba de Bruce Lee, de Julián Génisson, Lorena Iglesias y Aaron Rux. Este hipercreativo colectivo español se hace llamar Canódromo Abandonado. Sí, así empieza la cosa. La tumba de Bruce Lee es una de las chifladuras más adorables y estrambóticas que se puedan imaginar. Una pareja española viaja a Seattle en busca de dos objetivos casi opuestos: ella para cursar un seminario de autoayuda y liderazgo, él para conocer la tumba del legendario Lee. Un extraño personaje se les cruzará, desviando sus búsquedas o potenciándolas. Si en vez de una película estuviésemos ante un cómic, seguramente estaría firmado por Robert Crumb y el extraño tercer personaje sería interpretado por Mr. Natural. Terrible ser Flakey Floont, aquí. Una película extraña con un humor que puede dejar afuera a algunos y muy, muy adentro a otros.

- Drinking Buddies, de Joe Swanberg. Cineasta, actor, productor, guionista y loquesea incansable, Joe Swanberg se le atreve a una apuesta un poco más grande en términos de producción y elenco de lo que acostumbra en su extensa obra. El resultado no podía ser mejor. Desde aquí siempre fuimos fans de Swanberg, por lo que cuesta un poco decir que probablemente esta es su mejor película hasta el momento. No es poco, para nada. Y no, no dijimos nada del mumblecore…

- The Strange Colors of your Body Tears, de Hélène Cattet y Bruno Forzani. El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo. No deberíamos agregar mucho más, ya que el título lo dice todo y mucho más. Cattet y Forzani son lo smismo de Amer, esa película que partió cabezas algunas ediciones atrás en el Festival. Para su segunda película decidieron redoblar la apuesta y volverse más enigmáticos y explosivos, logrando una de las películas más embriagadoras de los últimos tiempos. No hay que contar mucho, sólo que el matrimonio logra elevar su devoto fanatismo por el giallo a la enésima potencia, llevando todo más allá. No apta para impresionables y gente que le tema a la experimentación. Están avisados.

- The Dirties, de Matthew Johnson. Como si fuese un documental casero, Johnson retoma hechos tan trágicos como habituales en los países del norte. Un par de maigos juegan a documentar un informe sobre "los sucios", todos los bullies que pululan por el ámbito estudiantil. Para ellos, Johnson (actor y director) tiene un plan muy concreto. Otra de las mejores películas de este año.

- Little Feet, de Alexandre Rockwell. La vuelta de Rockwell -el de Hay una película en mi sopa (In the Soup ) y Cuatro habitaciones (Four Rooms)- a las base más pura de su cine. Filmada en blanco y negro y coguionada junto a su pequeña hija, Little Feet es una pequeña sorpresa, con la fuerza esplendorosa de la alegría infantil. Dos pequeños hermanos cuyo padre está apenas más presente que su recientemente fallecida madre, se las apañan solos en la vida cotidiana. Hasta que una aventura los planta en la calle, con un compañero de ruta y una misión. Da gusto, vean.

- Videoclub, de Pablo Illanes. Es 1992. Los videoclubes son, más que una realidad, una obligación. De repente, una extraña epidemia de rabia o algo así se comienza a apoderar de la gente. El mejor recurso, sin dudas, será esconderse en el videoclub amigo. Illanes logra una película llena de frescura y buenas ideas, que por efectista no descuida el desarrollo de sus personajes.

- Big Star: Nothing Can Hurt Me, de Drew DeNicola y Olivia Mori. Una película sobre Big Star. Si no saben quiénes fueron estos muchachos, no abandonen Encerrados Afuera. Bienvenidos: nos vamos a llevar muy bien, al menos después de que vean esta película…

- Doomsdays, de Eddie Mullins. Dos ariscos squatters se meten a la fuerza en casas de verano sin rastros de sus dueños. Detrás de su anárquico accionar hay una fuerte ideología. O al menos eso es lo que ellos pretenden. Eventualmente, un par de nuevos compañeros se sumarán a esta causa sin nombre, haciendo que todo estalle en pedazos. El cinismo de esta película es único. Aplausos, por favor. Gracias. Nihilismo puro.

- The Pervert's Guide to Ideology, Sophie Fiennes. Quienes vieron la obligatoria The Pervert's Guide to Cinema, sabrán de qué se trata esta "secuela", en la que Fiennes repite como directora y el filósofo Slavoj Zizek como insuperable maestro de ceremonias.

- Teenage, de Matt Wolf: Usando como base el libro Teenage de Jon Savage, Wolf indaga en los comienzos del concepto de la adolescencia, una revolución moderna. Un documental realmente impresionante.

viernes, noviembre 15

Guía Encerrados Afuera Para Pasarla Bomba en el Festival de Mar del Plata 2013

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Si van para el Festival de Cine de Mar del Plata, no olviden llevarse nuestra Guía para Pasarla Bomba: un pequeño aporte para disfrutar a fondo de esa gran fiesta cinéfila.
Este año, además de las recomendaciones y advertencias del caso publicadas en la Guía, convocamos a un grupo de amigos de la web para que aportaran su listado de recomendadas. Agradecemos a los que respondieron. Nos vemos allá.

Jotafrisco   (Volantes de Privado)

1) No abras nunca esa puerta (1952), de Carlos Hugo Christensen.
2) Los super 8 de Narcisa Hirsch.
4) Historia del 900 (1949) de Hugo del Carril.
5) Buenos Aires en relieve (1954), de Don Napy.









Daniela Kozak
  (La conversación)
Alemania, año cero: obra maestra de Rossellini sobre la degradación que siguió al fin de la guerra y la soledad de un nene que da vueltas por las ruinas de Berlín. Es, también, un impactante registro documental de cómo quedó la ciudad después de los bombardeos.

El inquilino (The Lodger): el primer thriller de Hitchcock, sobre un asesino serial que mata rubias en Londres. La copia restaurada se ve increíble. Hay que verla en pantalla grande y con música en vivo. Lo mismo vale para The Ring y Blackmail. 

Stromboli, o eso que pasa si soltás a una bella –bellísima– estrella de Hollywood (Ingrid Bergman) en una película neorrealista. 

Me gusta todo lo que tenga que ver con Portugal. Quiero ver el foco Portugal Alterado entero y, en especial, E agora? Lembra-Me, de Joaquim Pinto.

A Fuller Life: el documental que hizo Samanta Fuller, la hija del director de Casco de acero, para celebrar los 100 años de su nacimiento.


Drinking Buddies (Joe Swanberg)
Ganas de verla: 5/5
Algunas Razones: Joe Swanberg está más grandecito, sufrió  por amor y su hiperbulia productiva de hacer mil películas por año lo van a llevar, casi por una cuestión estadística, a hacer una película genial. Quizás sea ésta. Y si no es, será la próxima. O la próxima.
Algunos Temores: Swanberg no tiene la consistencia de Aron Katz ni la sensibilidad de Bujalski. Es más torpe en general.
Cuestión personal puesta en juego: el mumblecore fué lo último que me ENCANTÓ desde la pantalla. Y Swanberg es MUY parecido a un amigo cuya red de significaciones sociales es opuesta, lo que se me presenta como estar frente a la presencia de un mellizo bueno y uno maldito.

Blind Detective / Drug War (Johnnie To)
Ganas de verlas : 4/5
Algunas razones: dos películas de tiros coreografiados  de Johnnie To. No hay más razones.
Algunos temores: a veces la repetición da aburrimiento, pero aun en sus peores films, Juanci To te deja un regalo (pienso en la coreo de los paraguas en la pelicula sobre Pungas “Sparrow”).
Cuestión personal: El western de Juanci To (Exiled) es uno de mis mejores recuerdos marplatenses. Para mí los íconos de La Feliz son : Lobos Marinos, Medialunas de Piazza(*), Pastas de La Placita y Juanci To. (¿se nota que me estoy autofestejando el chiste de Juanci To?)
(*) no es de careta, son realmente ricas. Las de la Boston también pero no hay una Boston en un lugar lindo.

Computer Chess (A. Bujalski)
Ganas de verla 5/5
Algunas razones: me encantan TODAS las películas de Bujalski. No sé cómo le saldrá una así más de época, pero programadores de juegos de ajedrez con anteojos gigantes(!) No veo la hora de verla.
Algunos temores: cambia la estética y arriesga. Pero cuando Katz filmó un policial, la rompió, así que es un temor chiquitito. El espíritu nerd seguro lo salva.
Cuestión personal: Mutual Appreciation me sacudió un montón en su época. No la volví a ver, pero me quedó el recuerdo de un mar de sutilezas que me ahogaron cual Alfonsina.

La historia sin fin (W. Petersen)
Ganas de verla 3/5
Algunas razones: nunca la ví y gente muy querida suele decirme que a) tengo que verla b) soy un boludo porque no la ví c) no puedo creer que no la hayas visto, no tuviste infancia vos? d) bien de snob decir que nunca viste la historia sin fin
Algunos temores: debe ser un embole sobredimensionado por gente que asocia la película a momentos felices de su infancia.
Cuestión personal: ya estoy de vuelta, sólo se vive una vez.

Las de la sección Filmoteca y Generación VHS
Ganas de verlas 5/5
Algunas razones: cuando gente en la que confiás te dice “mirate esto”, uno va y mira. El “mirate esto” en un contexto de festival es seleccionar lo mejor del “mirate esto”. Imposible no tener ganas de meterse ya en las salas.
Algunos temores: y sí, capaz que alguna es mas disfrutable sólo mirando el afiche y que alguien cebado te cuente el argumento, pero estás en el festival así que vas.
Cuestión personal: hoy en día me da mas placer descubrir cosas viejas que ver la peliculita que hizo el francesito hypeado.

Juan Pablo Álvarez
Todo Bong Joon-Ho. La primera película que vi de Bong fue hace más de diez años y no sabía quién era, aunque bueno, nadie lo sabía, probablemente él tampoco. Sólo recuerdo que me reí mucho y que me enamoré para siempre de Du na bae. Era Barking Dogs Never Bite. De The Host no hay mucho más para decir que no sea GENIAAAAALLL con mayúsculas y letras repetidas. Peli monstruosa, satírica, aventurera, política, aplastante. Y Memories of Murder es otra locura, un policial desesperante que trabaja en lo imposible, en lo irrastreable. Las tres (junto a Mother, que no vi).se proyectan en el festival, no ir a ver ninguna sí que es un crimen.

Computer Chess
: Nerds participando en un torneo de ajedrez por computadoras en 1984 filmado como si fuese 1984. Ya de por sí, eso debería ser suficiente estímulo para ir a verla, pero hay mucho más. La película puede ser muy desconcertante al principio, todo parece un found footage, un mal documental, algo que alguien alguna vez filmó para probar una cámara y olvidó durante treinta años en una caja de galletitas, pero ojo, la aventura formal no es sólo un gesto, hay una progresiva deformación de materia y forma como no la hay en sus anteriores y grandes obras mumblecoristas.


Detective Ciego: No la vi, pero le tengo mucha fe a Johnnie To con las comedias y la sinopsis de detective ciego promete mucho: Detective ciego con poderes psíquicos se asocia con una bella compañera que lo llama “dios de los detectives” para resolver crímenes. ¿Qué puede fallar?

A Touch of Skin: Hace mucho que no sabía nada de Zhang Ke, o sí, escuché que estaba haciendo documentales para el gobierno chino, o algo por el estilo, por lo que inmediatamente, y sin más información al respecto, se ganó mi rechazo (desconozco si se enteró de ello). Ahora parece haber vuelto y en forma de película coral. Si no lo conocen y lo quieren tantear, pueden empezar con Unknown Pleasures y The World, dos ejemplos de cómo hacer grandes películas políticas sin hacer mucho aspaviento.

Club Sandwich: Lo que más recuerdo de Temporada de patos era su capacidad de hacer reír con nada. Y eso sí que lo respeto. El deadpan es un arte muy complejo, que juega muy al límite, puede ser genial o puede ser una estupidez intragable. No es para cualquiera. La idea de Club sandwich además parece original e interesante, un coming of age que atraviesa también los cambios en los padres. A por ella.


+ info: http://www.mardelplatafilmfest.com/28/

sábado, noviembre 2

Bajo el volcán.

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Hace un tiempo recibí un mail del hijo de Mary. En un mail general; emotivo y a la vez formal, contaba que su madre había muerto rodeada de sus seres queridos luego de un breve y fulminante cáncer. Conocí a Mary brevemente hace unos años en un tour por la Patagonia al que llegó por casualidad. Era irlandesa como su amiga Katy que vivía en Nueva York y la había llevado (también se había llevado a sí misma por así decirlo) por equivocación. Ambas habían sido enfermeras todas su vida y eran dos personas muy educadas, amables y humanas (no todos los humanos son humanos). Las dos tenían más de setenta años y de golpe se encontraron en un tour para caminar en las montañas por días enteros. El único equipo que tenía Mary para enfrentar el duro clima patagónico eran unos zapatos abotinados y la ropa rústica que usaba para cuidar su jardín en Cork. Delicioso. Lejos de protestar con la compañía de turismo que las había enviado decidieron disfrutar de la aventura. Todas las mañanas se levantaban con el resto del grupo para desayunar juntos, vernos prepararnos contentos y al atardecer vernos regresar demolidos. Ellas se quedaban disfrutando el aire de la montaña y del paisaje imponente. ¨No puedo dejar de mirar esa cosa¨ me dijo Mary risueña señalándome el macizo del Payne majestuoso que esa semana permaneció sin nubes para nosotros en una rara brecha de buen tiempo. Otra noche, volviendo caminando por la ciudad vacía de Calafate tuvimos una conversación de persona a persona. Me contó de su viudez, de sus hijos crecidos y felices con sus familias viviendo en diferentes partes de Inglaterra y de sus días cuidando su jardín. Lo recuerdo como un momento de conexión claro y distinto, esos instantes especiales como cuando uno se enamora o conoce a una persona que lo hace sentir diferente. No tenemos nombres para esa clase de relaciones y momentos. Solo tenemos palabras para el amor romántico. No está del todo mal. No recuerdo bien qué fue lo que yo mismo le conté. Seguramente fui lúcido por unos segundos con mi propia vida durante esa breve caminata nocturna para volverme un estúpido como siempre la mañana siguiente. Después del viaje Mary me escribió repitiéndome que me esperaba en su jardín en Irlanda al que no pude llegar a tiempo. ¨No puedo dejar de mirar esa mole inmensa¨ me dijo palabras más palabras menos. Como ahora que estoy bajo el Volcán. No puedo dejar de mirarlo y tengo la compulsión extraña de querer estar todo el tiempo bajo su órbita. Hay un disco que escuché mucho llamado Under the Influence. Pero no recuerdo de quién. Podría googlear supongo. No es importante. Ya próximo a la zona de los volcanes en el sur de Mendoza conocí a un personaje que venía bajando en bicicleta desde Colombia. El camino nos juntó y sin quererlo seguimos por unos días el viaje juntos. Es un manipulador positivo y generoso que maneja a la gente a su alrededor con sus estados de ánimo y pura voluntad de que el mundo sea según su idea. En el proceso da todo lo que tiene. Hasta que terminé pagándole las comidas y escuchando sus idas y venidas mentales interminables. Con la claridad que dan los espacios abiertos podía ver su comedia y tragedia, verlo llorar de rabia (genuina) o juzgar injustamente a todo el mundo. Así y todo no podía apartarme. No solo por sus cosas buenas sino porque parecía que el destino quería que cabalgáramos juntos. Ayer salimos de caminata y un malhumor repentino lo hizo regresar. Pude continuar solo aunque hizo todo lo posible para que no. Me sentí de golpe liviano. Vi cruzar por el camino una mancha marrón que tomé por un perro. Al regresar un paisano me preguntó si había alcanzado a ver el ciervo. ¿Qué había visto en verdad sí yo vi un perro? ¿Puedo decir ahora cuando regrese a la ciudad que vi un ciervo? Bajé pensando en eso y todavía no me puedo decidir. Santiago Bardotti. (aka dj malhumor)