domingo, abril 17

Palindromes, Todd Solondz

La del sábado con el cine atlas a reventar fue una función bastante fallida. La mitad del cine se preguntaba por qué la otra mitad no paraba de reirse. En medio de la proyección empezaron a los gritos a pedir que se enciendan las luces; algunos se apresuraron a salir temiendo lo peor. Pasó que un espectador tuvo un ataque de epilesia. En mar del plata ví algo parecido cuando un espectador se demayó por lo fuerte de unas escenas gore. Aquí la película no parece haber sido la causa aunque algunos decían, cuando no se sabía que pasó, que la película era muy fuerte y que más vale no hubiera embarazadas en la sala. La película es un desfile de niños abusados, abortos, freaks, niña con tiro en la cabeza y fetos en bolsitas. Una función rara para una pelí rara. Una función fallida (se de gente que se fue porque no soportó el público) para una película fallida (para mí al menos). Digamos que en un extremo de la paleta sentimental hay una delgada linea que separa lo romántico de lo kitsch, en el otro extremo también es delgada la línea que separa el sarcasmo y la acidez de la bacanal estilo estudiantina escatológica. Lo de Solondz que es una persona muy inteligente y mala lo podriamos llamar gore psicológico. Todos recuerdan a Happiness como una peli intensa y dramáticamente intachable; la famoso escena de la confeció pedófila arrancaba más de una risa angustiosa. En palindromes las risas fueron constante al estilo, mira que graciosa la negra gorda como una vaca y violada por camioneros. Yo no creo que esa haya sido la intensión del director pero así reaccionó la audiencia en general. O tal vez sí fue la intensión; como diciendo, el abuso no necesita de una estructura dramática para presentarlo y que lo haga tolerable. En fin. La pélicula es ingeniosa e innovativa en lo formal; contada en episodios existe una rotación de los actores cumpliendo distintos roles y con una temporalidad alterada. Sin embargo está misma presentación en capítulos por momentos la hace paracer una pelí de skechs a causa de esa intensión constante y manifiesta de molestar. Personalmente pienso que el clasicismo de happiness es mucho más leal y efectivo que la manimulación de palindromes ya bastante evidente en Storytelling. Si lo dejamos pasar y con gusto fue que en aquella peli otros de los efectos especiales incluía a los adorables Belle & Sebastian que aquí extrañamos

Dj malhumor.

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